Se acerca la temporada estival y el sector hostelero espera con impaciencia la afluencia de turistas de todas las nacionalidades. Y es que el potencial turístico de España no hace más que aumentar: en 2014 superamos el récord de turistas de todo el mundo, llegando a la increíble cifra de 64 millones de turistas extranjeros que nos visitaron en algún momento. Las expectativas para el 2015 son igual de optimistas.
Con estas cifras, si tienes un negocio relacionado con la hostelería, no sabemos a qué estás esperando para asegurarte de que estás preparado para asumir esta clientela multilingüe. La carta de un restaurante no debe ser vista solo como una herramienta de información, sino también como una herramienta de marketing y comercial.
En primer lugar, ya sabemos que a todos nos da más seguridad recibir la información en nuestro idioma antes de comprar o consumir algo, por lo que no es bueno no tener la carta traducida y que el cliente no sepa lo que está pidiendo.
Aunque peor aún es que esté mal traducida.
Muchos no saben el flaco favor que han hecho a su negocio los traductores automáticos, capaces de quitar el apetito a cualquiera. ¿A quién le pueden apetecer platos como estos?
Con una carta mal traducida tú mismo puedes boicotear tu reputación, y con ello tu esfuerzo y trabajo. La traducción de cartas y la traducción de menús es hoy en día indispensable.
Los especialistas en traducción gastronómica sabrán traducir cada plato, su descripción, e incluso técnicas de elaboración e ingredientes, con los matices adecuados a cada idioma y región.
En Tridiom recibimos cada vez más solicitudes para traducir cartas de restaurante a diferentes idiomas, sobre todo inglés, francés y alemán (aunque animamos a no despreciar el crecimiento del mercado asiático), por lo que creemos que, afortunadamente, cada vez son más los empresarios que son conscientes de la rentabilidad de este pequeño gesto, y de lo importante que es cuidar a la clientela internacional y la imagen de su negocio.
Bon appétit!